Manifestaciones mucocutáneas debidas a la infección por Mycoplasma pneumoniae. Reporte de 3 casos
[Muco-cutaneous manifestations due to Mycoplasma pneumoniae infection: Report of 3 cases
Beatriz Di Martino Ortiz, Tatiana Moreno, Silvia Mancia, Gloria Galeano
Department of Dermatology, Clinics Hospital, Faculty of Medical Sciences, National University of Asuncion, Paraguay, Cátedra de Dermatología, Hospital de Clínicas, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Asunción-Paraguay
ABSTRACT
Mycoplasma pneumoniae, one of the most frequent agents of community-acquired pneumonia worldwide, can affect different organs besides the lung, causing skin lesions in 25% of patients. The spectrum of dermatological features include macules, papules, purpura, target lesions and even well stablished conditions as erythema multiforme, Stevens- Johnson’s Syndrome and toxical epidermal necrolysis. We present 3 pediatric patients with erythema multiforme and toxical epidermal necrolysis in which Mycoplasma pneumoniae was considered as the etiological agent.
Key words: Mycoplasma pneumoniae; erythema multiforme; toxic epidermal necrolysis
RESUMEN
El Mycoplasma pneumoniae, uno de los más frecuentes agentes etiológicos de neumonía adquirida en la comunidad alrededor del mundo, puede afectar además del pulmón, a varios órganos causando lesiones en piel en el 25% de los pacientes. El espectro de lesiones dermatológicas incluye máculas, pápulas, púrpuras, lesiones en diana e incluso cuadros bien establecidos de eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica. Presentamos 3 casos de pacientes pediátricos con eritema multiforme y necrólisis epidérmica toxica en los cuales el Mycoplasma pneumoniae fue considerado agente etiológico.
Palabras clave: Mycoplasma pneumoniae; eritema multiforme; necrolisis epidérmica toxica
INTRODUCCIóN
Mycoplasma pneumoniae es una bacteria de pequeño tamaño que se caracteriza por carecer de pared celular. Es el agente responsable del 20 al 50% de las neumonías adquiridas en la comunidad, siendo la infección por este agente endémica en la mayor parte del mundo, con epidemias que ocurren a intervalos de 4 a 7 años [1–3].
Sus manifestaciones más frecuentes son las infecciones del tracto respiratorio, pero se han descrito otras muchas formas de presentación, como cuadros cutáneos, neurológicos, gastrointestinales, hematológicos, cardiacos, incluso artralgias y artritis. El mecanismo de producción de estas patologías no se ha aclarado hasta la fecha, sosteniéndose que podrían ser desencadenadas por la acción de autoanticuerpos, por toxinas del microorganismo, o por lesión directa del mismo a distintos órganos [1–5].
El compromiso cutáneo-mucoso aparece en alrededor del 25% de todos los casos que presentan infección por M. pneumoniae, pudiéndose observar una gran variedad de lesiones dermatológicas como máculo-papulares, vesiculares, urticariales, purpúricas en general de evolución autolimitada, y en algunos casos cuadros establecidos de eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson (SJS) o incluso necrólisis epidérmica tóxica (NET). También puede manifestarse como eritema nodoso, vasculitis, pitiriasis rosada, angioedema aunque en un menor porcentaje [1–3].
El diagnóstico requiere de hallazgos serológicos los cuales presentan una alta sensibilidad y especificidad, siendo la histopatología un arma útil en especial en los casos en que la clínica de las lesiones no es muy clara [1–3].
CASOS CLÍNICOS
Presentamos a 3 adolescentes varones con cuadros de eritema multiforme mayor en dos casos y necrólisis epidérmica tóxica (NET) en un caso. Los pacientes con diagnóstico de eritema multiforme acudieron a la consulta dermatológica, mientras que el paciente diagnosticado de NET acudió a la consulta pediátrica de donde debido a la gravedad del cuadro fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos. Las características clínicas de los pacientes se detallan en la Table 1.
Tabla 1: Características clínicas y tratamiento de 3 pacientes con manifestaciones mucocutáneas asociadas a la infección por Mycoplasma pneumoniae
Todos los pacientes presentaron confirmación histopatológica del diagnóstico clínico (figs 4). En el caso del paciente número 3, se destaca el papel del M. pneumoniae como agente causal-potenciador de la NET, dado el antecedente de dicho paciente de consumo de difenilhidantoína y considerando a los anticonvulsivantes como agentes frecuentemente involucrados en su patogenia.
Figure 1: Caso 1. A: Placas eritemato-purpúricas en abdomen, tronco y miembros. B: Erosiones en mucosa oral.
Figure 2: Caso 2. A y B: Placas eritematosas con pápula central (en diana) en abdomen, espalda.
Figure 3: Caso 3. A y B: Múltiples ampollas y pápulas eritemato-púrpuricas generalizadas. Erosiones a nivel de piel y mucosas. Costras hemáticas en labios. Afectación de mucosas oral, ocular, nasal y genital.
Figure 4: Histopatología. A y B: Erupción liquenoide con numerosos disqueratocitos. Corresponde a un Eritema Multiforme (casos 1 y 2). C: Ampolla subepidémica pauciinflamatoria con necrosis queratinocitica en el techo de la misma (caso 3)
Se obtuvo el consentimiento informado del paciente.
Antes del estudio, el paciente dio consentimiento escrito para el examen y la biopsia, tras haber sido informado sobre el mismo y el objetivo de éste.
DISCUSIÓN
Mycoplasma pneumoniae es un patógeno respiratorio frecuente que produce una amplio rango de patologías que van desde una leve infección de las vías respiratorias superiores a una neumonía atípica severa. Constituyen los agentes bacterianos más pequeños con capacidad patogénica para el hombre, pertenecientes a la familia Mycoplasmataceae [1–3].
Este microorganismo se caracteriza además por producir un amplio espectro de manifestaciones extrapulmonares, y hasta un 25% de pacientes infectados pueden presentar manifestaciones dermatológicas, haciendo de éstas una de las complicaciones más frecuentes de la infección. La presencia de cuadros exantemáticos en el curso de infecciones neumónicas causadas por Mycoplasma, son relativamente frecuentes, de hecho, la asociación de neumonía y exantema, sugiere la infección por este agente etiológico y se ha observado en el 17% de los casos [1–4,6].
Las manifestaciones dermatológicas pueden presentarse antes, durante o después de una infección pulmonar, e incluso en ausencia de la misma, como lo observado en nuestro caso número 1. El compromiso muco-cutáneo se presenta típicamente como un exantema macular o maculo-papular, generalmente auto limitado, pudiendo presentarse además, aunque en un porcentaje menor, eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson, eritema nodoso, vasculitis, entre otros [1–3].
Los mecanismos exactos por los cuales el M. pneumoniae produce una variedad de manifestaciones cutáneas está poco dilucidado. La mayoría de las lesiones se cree son causadas por la respuesta del huésped a los antígenos del microorganismo. Además se ha postulado que mecanismos de respuesta inmune como la mediada por inmuno complejos, la mediada por células T citotóxicas y mecanismos autoinmunitarios juegan un rol crucial en el desarrollo de las lesiones en piel [1–3,7].
El eritema multiforme, el síndrome de Stevens- Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica representan diferentes manifestaciones de un mismo espectro de graves reacciones cutáneas a fármacos y en menor medida, a agentes infecciosos. El eritema multiforme es en el 90% de los casos secundario a la infección por virus del herpes simple y por Mycoplasma pneumoniae. Se caracteriza por la aparición de lesiones maculo-papulares con centro rojo y rodeadas por un halo pálido y un tercer anillo externo más oscuro las que se denominan “lesiones en diana” que se distribuyen por el tronco, palmas, plantas y extremidades. Se presenta frecuente compromiso mucoso en particular de la mucosa oral, evidenciado en nuestros pacientes 1 y 2, y en ocasiones lesiones ampollares [3,4,8].
El Eritema multiforme es una patología de baja morbilidad con una resolución completa en el período de 1 mes. Ya desde la segunda mitad del siglo 20, existía una fuerte sospecha de la participación del M. pneumoniae en la patogenia del eritema multiforme [8–9].
El SSJ tiene una incidencia de 0,4 a 1,2 casos por millón de habitantes por año y la NET de 1,2 a 6 casos por millón de habitantes por año. Ambos se diferencian solo por el porcentaje de compromiso de la superficie corporal (<10% en SSJ y > 30% en la NET). Tanto en el SSJ como en la NET se encuentra gran cantidad de macrófagos y linfocitos CD8 en la epidermis y estos se cree reaccionan frente a antígenos o a fármacos. Los queratinocitos normales expresan en su superficie el antígeno soluble CD95 (Fas) que se une a un ligando de Fas (s Fas L) generando la apoptosis normal. En los pacientes con NET se han encontrado concentraciones normales de Fas, pero grandes cantidades de s-Fas L en los queratinocitos; originándose así una intensa apoptosis epidérmica [3,10–12].
El M. pneumoniae es una causa bien conocida de SJS, que afecta usualmente a niños y adultos jóvenes y ha sido reportado como la causa infecciosa más frecuente, evidenciándose además que en algunos casos de infección recurrente por M. pneumoniae se vio recurrencia del cuadro de SJS. Casi todos los pacientes presentan compromiso de la mucosa oral y aproximadamente 2/3 presentan afectación ocular. Varios estudios han reportado que el SJS inducido por M. pneumoniae se asocia con complicaciones más leves comparando con los desencadenados por otras causas [3,10,11].
Numerosos estudios han descripto a pacientes con SJS “atípico” que presentaban infección activa por M. pneumoniae y severa mucositis sin afección cutánea. Dado que las lesiones cutáneas, son primordiales para el diagnóstico del SJS, algunos autores recomiendan denominar a esta entidad como “Mucositis asociada a Mycoplasma pneumoniae” [3,12,13].
La mayoría de los pacientes con SJS, NET e infección por M. pneumoniae frecuentemente han recibido antibióticos u otras drogas en los estadios tempranos de la enfermedad previamente a la aparición de lesiones muco-cutaneas por lo que en muchos casos es difícil determinar la precisa etiología o si se trata de un sinergismo entre ambos agentes [3,11].
La NET es la expresión más grave de este proceso inmunológico; inicialmente se aprecia la piel enrojecida semejante a una quemadura, apareciendo luego lesiones en diana y ampollas, provocando un desprendimiento de la epidermis lo que origina grandes pérdidas proteicas, desequilibrio hidro-electrolítico, alteraciones en la termo-regulación y favoreciendo las sobre-infecciones [3,10].
En la literatura se describe además casos de púrpura de Schönlein- Henoch relacionados a la infección por Mycoplasma pneumoniae. Una complicación de esta presentación es la Glomerulonefritis, la cual es una grave manifestación que debe ser pesquisada durante y después de la infección activa y tratada con agentes inmunosupresores [3,4].
Raramente la infección por M. pneumoniae presenta como complicación a la vasculitis cutánea. Existen pocos casos reportados con confirmación serológica de la infección presentándose la vasculitis asociada a una poliartritis. En pacientes adolescentes y adultos jóvenes se recomienda la pesquisa de la infección por M. pneumoniae en casos de cuadros de vasculitis y poliartritis [2,3,14].
El eritema nodoso es una manifestación secundaria a muchas patologías infecciosas y es causada por el M. pneumoniae en un 8% de los casos. Otros cuadros menos frecuentes reportados son el angioedema no episódico y el exantema ampolloso [2–4].
El diagnóstico de infección por M. pneumoniae es difícil en la fase aguda y presenta mayor sensibilidad en la fase de convalecencia. Los anticuerpos IgM específicos contra Mycoplasma aparecen en suero de los pacientes a los 7 días de comenzar los síntomas de la infección, con un pico en la titulación entre los 10 y 30 días después, posteriormente los títulos caen lentamente, hasta hacerse indetectables entre las semanas 12 y 26 del inicio de la infección. La respuesta inmunológica a M. pneumoniae es variable de una persona a otra, lo que condiciona el daño tisular; a mayor vigor en la respuesta inmune mediada por células e interleuquinas, mayor es el daño tisular [2,3].
En la actualidad se utilizan formas nuevas y más rápidas para detectar la infección por M. pneumoniae en diferentes tejidos y secreciones de los pacientes, como los métodos de detección directa del antígeno por enzimoinmunoanálisis (Ag-EIA) y técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) [2,3].
El M. pneumoniae es susceptible a antimicrobianos que actúan en la síntesis proteica, como son macrólidos, tetraciclinas y quinolonas. En la actualidad se recomienda el uso de macrólidos nuevos como claritromicina o azitromicina, por su cómoda posología y mejor tolerancia digestiva. Los corticosteroides, en aplicación tópica como sistémica, son indicados en los casos de eritema multiforme. En la NET el uso de Inmunoglobulinas endovenosas sería beneficioso, ya que, proporciona anticuerpos contra el Fas, bloqueándolo y por lo tanto deteniendo la intensa apoptosis queratinocitica [1–4].
En resumen, destacamos el papel del Mycoplasma pneumoniae en la patogenia de los cuadros dermatológicos presentados, siendo importante que el dermatólogo tenga en cuenta a este microorganismo como responsable de un amplio espectro de lesiones cutáneas, en especial algunas graves como el eritema multiforme, el síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica donde se impone el diagnóstico diferencial de otras etiologías ya sean farmacológicas o infecciosas más frecuentes.
CONSENT
Written informed consent was obtained from the patient for publication of this case report and any accompanying images. A copy of the written consent is available for review by the Editor-in-Chief of this journal.
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Notes
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